La Moraleja vuelve a estar de moda. No solo muchos jugadores de futbol se ha fijado en ella, adquiriendo villas que superan los 10 millones de euros. Son muchos los ricos latinoamericanos que están comprando sus segundas residencias en esta zona residencial de Madrid.
Pero también las grandes fortunas europeas están mirando al corazón verde de La Moraleja. Hugh Grosvenor, quien ahora ostenta el título de séptimo duque de Westminster, con una fortuna valuada en 11.000 millones de euros, dispone de un portafolio diversificado que comprende más de 1.500 propiedades distribuidas en 60 países, incluyendo España.
A pesar de su preferencia por mantener un perfil discreto, se estima que posee una extensión de tierras que rivaliza incluso con la del mismísimo Rey de Inglaterra. Su liderazgo al frente del conglomerado inmobiliario Grosvenor lo ha situado en el epicentro de la atención mediática.
Bajo la dirección del ilustre aristócrata británico, el grupo Grosvenor ha dirigido sus inversiones hacia el sector residencial de lujo en Madrid. Entre los proyectos más destacados se encuentran aquellos situados en el prestigioso barrio de Chamberí, en calles emblemáticas como Modesto Lafuente, General Arrando y García de Paredes, así como en la exclusiva calle Jorge Juan, en el codiciado barrio de Salamanca.
Entre las propiedades que se planean vender, destaca el Citi en MB One (La Moraleja). Grosvenor ha dado otro paso significativo en su proceso de reestructuración al formalizar la extinción de Jorge J. 53 SL, empresa fundada en 2016 y a través de la cual se llevó a cabo una de las promociones de lujo. Este movimiento refleja su enfoque en consolidar y optimizar las operaciones, adaptándose a las dinámicas del mercado y garantizando una gestión eficiente de los recursos.
Además, como ahijado de Carlos III, Grosvenor ostenta el 10 % del grupo Sonae Sierra, propietario de una docena de centros comerciales distribuidos en toda España. Entre sus posesiones más notables en territorio español se encuentra La Garganta, una extensa hacienda en Ciudad Real, ubicada en el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Esta propiedad, adquirida por el padre del duque por más de 90 millones de euros, abarca unas impresionantes 15.000 hectáreas.
